AHÍ ES DONDE la puerca torció el rabo



Hoy no he podido parar de llorar. Desde ayer por la noche, cuando con gran pesar vi que llegaba al plazo final para cubrir la última de mis deudas y la más delicada, en la que no podía fallar... porque a quien debo pagarle es a mi hermana.
 ...Y tú que te creías el rey de todo el mundo...
Llevo así ya casi tres años, pago tras pago, recordando cuán imbécil soy. Mi vida, si bien no era el top de tops, a mí me hacía feliz; rentaba un departamento cerca de la casa de mis padres, gozaba de mis hijos entre semana y mi trabajo empezaba a tener cierto reconocimiento, tanto que la empresa estaba pagando las mensualidades de mi auto como un incentivo por mi labor e iniciativa; pero, el gran pero, me rondaba la idea de querer tener un compañero.
 ...Y tú que nunca fuiste capáz de perdonar...
Cuándo conocí a Carlos me gustó que su madre había sido divorciada y se había vuelto a casar; eso era nuevo para mí; para mí que, cuando me divorcié, creí que para una mujer como yo sólo quedaba conformarse con relaciones abiertas.
...Y cruél y despiadado, de todo te reías...
Así que en un arranque de aventura, Carlos, que no era de Gdl., llegó de fin de semana; la pasamos bien paseando y, al llegar el fin del romántico weekend, en un momento de frenesí me pidió quedarse para siempre a mi lado; yo entre que no salía de mi asombro y pensando que en cuestión de otro día nos llegaría la cordura, simplemente dije SÍ.
 ... Hoy imploras cariño aunque sea por piedad...
Las grandes empresas que estaban por depositarle sus utilidades nunca lo hicieron, consiguió un trabajo promoviendo tarjetas de crédito y, desde la primera semana, empezó a golpear mi economía; el adorado era diabético y no tenía cash para comprar la insulina, así que en un acto de humanismo y con bastante enojo compré la primera de muchas.  
...A dónde está tu orgullo, a dónde está el coraje?...
No hay pillo que no sea simpático, ahí estábamos ambas, mi-misma y yo reflexionando sobre lo injusto que era cargar con alguien con quien nunca has gozado las buenas y en el problema ético que nos suponía botar a la calle a un diabético sin recursos.
  ...Porque hoy que estás vencido mendigas caridad...
Sin llegar al año, la historia terminó cuando nos sacaron a Carlos y a mí escoltados de un Banamex por un fraude bancario que mi pillo trató de hacer. Al final me salvó que nunca hice uso de la tarjeta adicional que él había sacado para mí de su cuenta-fraude.
 ...Ya vés que no es lo mismo amar que ser amado...
Gastos más todavía para pagar algunas urgencias mientras estuvo en arraigo, hasta que por fin pude deshacerme del asunto.
 ...Hoy que estás acabado que lástima me das...

Tanta estupidez me costó bastantes miles, entre las tarjetas que presté para una de sus prometedoras empresas, los plásticos adicionales, los pagos que dejé de cubrir y las compras de insulina y muy buenas despensas, porque si no comen los diabéticos también se descompensan; caí en lo mas bajo de la economía de mi vida.  
...Maldito corazón, me alegro que ahora sufras...
Hoy creo que no merecía un trato así; a cambio de ayuda, el solo dio... maldad; el pillo salió de su problema; no me ha pagado casi nada de su gran adeudo, el cual aún proclama que: “El es todo un caballero y que cubrirá un día todo”. Carlos ahora vive con otra divorciada, que también tiene un ingreso fijo.  
...Que llores y te humilles ánte ése gran amor...
Hoy he llorado por el dolor de solicitar ayuda y siempre es penoso pedir dinero prestado; he llorado por ser tan crédula; he llorado porque no hay nada que se pueda hacer para tener un poco de justicia; he llorado por nacer mujer y, como tal, saberme que soy una de miles de historias por el estilo.
Dicen que los lamas rezan una oración para pedir NO reencarnar en mujer, llevó horas buscándola en el google...
...La vida es la ruleta en que apostamos todos

Y a tí te había tocado no más la de ganar.
Pero hoy tu buena suerte la espalda te ha volteado
Fallaste corazón, no vuelvas a apostar...

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