SIN TITULO

Por: Karini Apodaca

Últimamente me siento triste, no hay una razón de peso para estarlo y sin embargo desde que despierto la siento ahí, pisando mis talones, no me deja  ni a sol ni a sombra.

No es nuevo ha sido una compañera constante en mi vida. Sólo que en este momento la siento honda muy adentro, las cosas que generalmente disfruto me son indiferentes. El colmo ha sido tener la opción para ir a hacer alguna compra frívola y he preferido quedarme en casa que ahora es mi único universo.
Es como rumiar los días y eso no es lo mío, me gusta estar viva emocionada, tanto que el dormir algunas veces es un estorbo. Ahora solo miro ésta sombra que me sigue.

Tal vez mi constante petición de estar acompañada terminó siendo escuchada por algún ángel de la melancolía y me ha regalado esta compañera difícil para convivir.

Me niego a aceptar que mi vida gire en un entorno 100% virtual. Extraño hundir mis pies en la cálida arena o en la fría corriente de un rio, llenar mis ojos de verde, los pulmones de olor a hierba.

 La ciudad al final es una gran trampa, llena de promesas que nunca cumplirá, la inseguridad y las largas distancias vuelven difícil el poder sentirse vivo, a menos que puedas consolarte con hacer fiestas por FBK.

Hoy me siento engañada de todo lo que un día aprendí, ser mejor no te lleva a nada, es mejor ser una ignorante y vivir como vaquita rumiando tu vida. Y sí, mañana veré las cosas diferentes, pero una no tiene porque ser siempre monito cilindrero.

Comentarios

Stilgar ha dicho que…
Bravo!

Bravo MUJER!!!

Yo tan hablador, y leerte me deja vació de palabras...