He visto a una mujer

POR Karini Apodaca

Hoy en el vagón 070 de la Línea Verde del Metro he visto a una mujer llorando.

Sus ojos delineados con Max Factor, tono smoky, derraman un dolor mudo. En sus masculinas manos hay un papel arrugado que ella trémulamente desenrolla para suspirar y volver a anegar sus ojos. Una nota con sabor a dolor y, sin embargo, escrita con una Parker con tinta aromatizada; lo sé, porque el sutil aroma floral llega a mi nariz.

Es una mujer que porta la belleza de quien se ha dado cuenta de que la naturaleza se equivocó; férrea como amazona, enfrentó al mundo y se entregó a su ideal. Sus dedos con uñas en color fantasy pink vuelven a enrollar y a guardar, en mi caso, para siempre, la causa de tanto dolor.

Su dolor en esencia es tan femenino, llora como sólo las mujeres sabemos hacerlo cuando las ilusiones se han ido al suelo; entera, vuelve a suspirar, ha decidido levantar con el recogedor los añicos rescatables de su corazón, que en cada historia ha ido quedando más incompleto.

Coloca sus lentes para ocultar su dolor. He llegado a mi estación. El Metro sigue el camino…

Hoy he visto a una bella mujer llorando en el vagón 070 de la Línea Verde del Metro.

Comentarios