09 de marzo, 2011

Querido blog… Creo que soy una mamona

Es un problema nacer gorda en un medio donde tus posibilidades se miden con tu delgadez. De niña era algo robusta, aunque mi madre se las arreglaba bien para hacernos creer que no éramos gordos sino sanos.

Esperé cumplir mis 15 años no por la fiesta, que de siempre he considerado medio naquilla y no chida la costumbre, sino porque al cumplir 15 años mi madre me daría permiso – no para tener novio; no, eso no era muy importante– para hacer dieta.

Apenas cumplidos y desde entonces me la he pasado haciendo dieta y los mil remedios para estar delgada. Aún hoy creo que estoy muy al día en todo lo que se refiere a formas de perder peso o cómo evitar subirlo. Y vaya que gozo leyendo sobre el tema, que además, dicho sea de paso, domino re bien. Aunque sí, solía hacer dieta para después darme unos atracones marca puerca placera y muy delgada no conseguía estar.

Hasta que hace como tres años eliminé por completo pan, tortilla o galleta, y así llegué a pesar 43 kgs. En ese momento me sentía gloriosa. Ya hoy, con un poco de peso más, creo que sí se me había pasado y, lejos de verme bien, me veía medio flaca mal pedo; pero bueno, algunas veces es necesario comprobar por una misma las cosas.

Hoy peso 47 kilos, mismos que a veces quiero volver a recortar, y otras creo son la causa de mi histérica forma de ser. Y es que el simple hecho de estar más delgada que el resto me hace sentir en ventaja, mientras que si estoy más gorda inmediatamente me siento cucarachita Martina.

Hace ya bastantes años, un cuñado mío se iba a casar. Yo no conocía a la susodicha porque ella era de Tijuana. Apenas fijado el día de la boda inicié dieta, ella también; y en ese transcurso tuvimos una discusión la prometida y yo, porque mi hijo iba a ser su paje y ella quería que fuera vestido de smoking, cosa que a mí se me hacía de muy mal gusto; eso de vestir a un niño de 4 años de señor era como disfrazarlo de enano. Total que este desacuerdo de estilos en moda infantil y de cómo debía ir MI hijo o SU paje culminó cuando, llegando a Tijuana, pude comprobar que estaba por 10 kilos más delgada que ella. ¡Ja, gané! Pensé. Lo malo es que por la noche salimos a cenar todos y con gusto vi cómo se metía en la boca un capuccino con crema batida extra, mientras yo, en mi soberbia actitud de “Tengo el control”, me limitaba a pedir un refresco de dieta. Con lo que no contaba es que de ahí fuimos a bailar y la falta de calorías hizo que un par de chelas me pusieran realmente mal. Al día siguiente literalmente estaba cruda y con cita para peinarme sin poder dar un paso, mientras que la novia lucía rozagante.

Hoy, mientras estaba en la estación del Metro, una mujer enorme chocó contra mí; obvio, el impacto me hizo perder el paso y, entre el empujón de doña gordis y el peso que tiene la lap, casi caigo, y todavía la vieja ésta sonríe. Acotación: “Odio a las personas con sonrisa idiota cuando la riegan”. Y dándome vuelo en mi misantropía gorderil…

¿Qué tal las personas que se quejan de sus kilos demás pero no dejan de mover la boca? Todavía hacen la indicación “acabo de comer”, mientras ya están metiéndose a la boca el taco que por educación les ofreciste. Y se ponen cual energúmenas si les indicas que la talla que usan es demasiado estrecha para sus dimensiones.

Varios miedos me siguen, creo que uno de los más fuertes es volver a ser gorda. Recuerdo cómo se mofaban de mí en el kínder por usar zapatos ortopédicos, situación que me hacía sentir una bodría; en la primaria, por ser un tronco en las clases de atletismo. También puede ser causado por la vez que de niña me cayó encima una gorda doble tomo con cintura rotoplastiana, cuando rompimos la piñata y casi muero asfixiada, desde entonces nunca volví a participar en una.

Hoy no ha sido un buen día, me aventó una gorda, y recordé ese oscuro periodo de mi pasado. Soy delgada y no tengo la vida de ensueño que me prometieron.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
No puedo contener la risa... Perdón, se que tal vez un escrito así pudiera ser en cierta medida dramático, pero me pareció verdaderamente divertido.... La esclavitud del peso, es algo difícil de evadir hoy en día, sobre todo para una mujer.... Buen articulo, divertido, ameno y con un fuerte contenido autocrático....
EDUARDO MARTÍNEZ ROSAS.
Stilgar ha dicho que…
Genial!

Por favor no dejes de escribir nunca, me haces el día con harta frecuencia.

Que tu vida este plagada de fantásticas y sorprendentes aventuras.

A tus pies...