10 de marzo, 2011

Querido blog… Me gusta embriagarme

Como ya comenté, hay un placer inmenso en tener capacidad de compra. Como mujer, me excita el poder, tenerlo o quién lo tiene; aclaro que el poder gira en muchos aspectos y no sólo poder económico, que sí, es el que más salta a la vista, eso que ni qué.

Hoy he ido a comprar una aspiradora, porque el polvo me molesta. Parte de mi histeria, odio caminar descalza sobre un piso con polvo y, sin embargo, quiero caminar descalza. Así que feliz me di vuelo pasando mi nueva adquisición por los pisos. Síndrome del trapito, dirá mi hermana Melania.

“Salud”, brindamos, y el sabor del merlot, con un delicioso roast beef, nos llevó a hablar de encuentros, de sexualidad y poder confesarle mi fantasía: quiero salir una noche a ligar en pareja. No terminó de saber si me excita la idea de ligar aun con conocimiento que de ahí no va a pasar o tal vez sí, la idea de ser cómplices. O la idea de que ambos llegarán excitados al lecho, o por qué no, lo mejor, sería algo así como tener licencia para matar.

Soy una aficionada de los relatos eróticos no leídos. Me excita que mi pareja me platique sus experiencias, con pelo y lunar. También saberme provocadora de bajas pasiones y que pierdan el control conmigo.

Mi adolescencia transcurrió en los 80, y un punto medular de este momento era el pánico a no ser participante del gran sorteo de la vida. “Sé una madre inmaculada y una esposa intachable (aunque te cuernen por plasta)”. Pese a que todos los chicos estaban calenturientos, eras mal vista si permitías cualquier avance sexual.

Con el tiempo ese título dejó de ser una motivación para mí y llegué a la conclusión que de cualquier forma, haga una lo que haga, siempre te llamarán puta, lo seas o no. Entonces, ¿por qué no vivirlo en magnitud? ¿Por qué esperar siempre los proyectos a largo plazo para gozarse? A cierta edad una quiere compañía de calidad y acompañarse de personas que te acepten tal cual eres sin un juicio de por medio. Y así, pensando, decidí ser putísima.

¿Qué es lo que nos lleva a querer exclusividad? ¿Control? ¿La fantasía de que una persona nos pertenece? Tenemos retorcidísima la idea de lo que es amar. Y en esta línea creo que lo de los ménage à trois es perfecto. Imagínense, dos viejos para una; sería como un combo. O si hablamos de dos mujeres, si es tu amiga sería fantástico, podrías hablar con ella, que está bastante enterada de tu problema; que digo enterada, ¡lo padece!

Soy híper celosa, sin embargo me gustaría ser cómplice de ligue de mi pareja o hasta poder mirar cómo lo hacen. Mis celos nacen de la idea de ser excluida y después de años de una malsana manía de buscar en los rincones para descubrir cualquier prueba de infidelidad, reclamar y seguir donde mismo, nomas por el placer de ser… Pendeja, pero se es. Concluí que mi gusto de buscar y encontrar no era porque me preocupará la infidelidad en sí, era el gusto no aceptado de ser vouyeurista.

En fin, el efecto del merlot está pasando; mi cuerpo se siente relajado y mi cabeza también. Me quedo con la idea rodando de que todos deberíamos ser unos compartidotes.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Bastante ilustrado y por que no escribirlo, inspirador Arkady
Anónimo ha dicho que…
Muy Sesual!!!! Me encantó....
Eduardo Martínez Rosas
lobo bobo güango ha dicho que…
En lo personal no me siento propietario de mi pareja, me considero afortunado si ella sólo se comparte conmigo, que es como yo soy hacia ella.Me explico.
No estoy esperando exclusividad ni pretendo control, en todo caso son hacia mí mismo. Mi exclusividad la decido teniendo el control de mi sexualidad, y no que ésta me controle a mi.
Cada quien es dueño de sí mismo, no puede decidir por otro ni compartir al otro.
Es curioso si analizamos la palabra exclusividad, viene de la misma raíz de excluir, pero aquí la usamos para decir que algo o alguien sólo le pertenece a otro; siendo que excluir es quitar o poner fuera a ese alguien o algo. En todo caso lo que
debiéramos querer es la "inclusividad", que nos incluyan o incluyamos al otro.
En fin. ¿ Dónde radica la fantasía y búsqueda del placer, está en los individuos en quien proyectamos nuestros deseos o es sólo el juego que hacemos en nuestra mente de anhelos y frustraciones ?
Anónimo ha dicho que…
Que es mas intenso?

Confirmar el viejo cuento, o encontrar quien pueda romperlo?

En todo caso: lo afrontas intensamente!!!

Hé tenido muchos ligues en el métro. Y cuando hablo de ligues no me refiero a molestar a nadie. Saber que ves fijamente esos ojos profundos, perderte en el contorno de sus labios carnosos y no solamente desearlos; saber que eres correspondido, sentir la quimica de la atraccion al maximo, hasta temblar de emosionante exitacion. Acercarme a ti sijilosamente: Rosar tus manos, sentir que poco a poco nos acercamos, mutuamente; hasta que mis manos toman suavemente las tuyas en una premonicion de coito se unen, casi al mismo tiempo que nuestros labios. Besarlos apasionadamente como ese eterno beso de llos labios del pubis, ese beso que es mucho mas que una simple mamada.

Sin esa obsesiva atraccion inicial no siento evidentemente atraccion por mis amigas. Mi obsesion por ti va mucho mas alla que divertirnos juntos y ser coplices en la vida, pienso en ti todo el dia, deseo llegar por la noche, todo el dia deseando acariciar tu cuerpo entero con mi lengua, hacer mio tu pubis, pero bueno, es verdad!!! Ya te hé buscado demasiado, sin tener un segundo de tu atencion, y lo mio no es molestar a nadie. Te sacare de mi mente, alguien alcanzara tus besos
Amaranta ha dicho que…
Quien eres?