Autoanalisis

POR Karini Apodaca

Fue difícil asumir la rutina de vivir sola, primero porque llegué a esta ciudad con el proyecto de vivir en pareja y segunda porque nadie de mi familia vive aquí.

En Guadalajara vivía sola, pero tenía el gran placer de tener a la mano a mis hermanos y hermanas, que habiendo sido tantos, no había necesidad de muchos amigos y reconozco que yo para amiga soy una papa, no sé de atenciones de ir de shooping juntas o al baño acompañada.

Total, que pasadas las semanas creo que ya superé la parte de amargura por enfrentar una situación que no pedí, y lo mejor de todo, he ido re-encontrando las placeres que se disfrutan al vivir así.

El tiempo me alcanza hasta para leer, logré después de 3 años de vivir en el DF, manejar en sus histéricas calles, no solo eso, apreciar que puedo manejar a la par. Ir y venir a placer sin sentir ese clásico nudo en el estómago porque tal vez tu pareja no esté de acuerdo con tu programa del día.

¿En qué momento me perdí? me cuestiono seguido, porque dejé que la convivencia con otras personas modificara mi personalidad al grado de vivir aterrada por quién alguna vez fui, y lo peor, adquirir esa absurda moralidad de quien juzga porque envidia el no tener agallas.

Y es que con el sueño romántico que por amor todo se hace, me dediqué a estar bajo la aceptación del amorcito en turno, y no los culpo a ellos, la realidad es que fui yo quién no solo acepto tal rol, tan perfeccionista como soy, hice de ello un arte.

Hoy me despertó mi gato, nuevamente, para exigir apapachos. Anoche me acosté muy tarde hablando por horas con un gran amigo y no sentí remordimiento alguno porque alguien me esperaba en la cama, mi vestido es sexy y nadie dirá la consabida frase: ¿Así te vas a ir al trabajo? mi café en la mañana me supo a gloria acompañado de un cigarrillo.

Sin haberlo yo pedido me vi en la necesidad de re-aprender a estar sola, así que después no me  vayan a venir con: hay que arrejuntarnos, he probado ambas experiencias y aunque requiere más esfuerzo la soltería es la que mejor me va a mi.

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